¡Te acaban de nombrar “voluntario”, tu llevarás el Facebook de la empresa!
Suele pasar, no te creas que eres el único, es habitual, al que mejor se le da “eso de escribir” y si además está en el departamento de marketing o comunicación de la empresa, a ese, es al que le toca.
Tu jefe te llama al despacho y te dice, “creemos que puede ser interesante para la empresa estar presente en las redes sociales (en realidad, no lo cree de verdad, pero, alguien que no eres tu, le ha convencido de lo importante que es), y hemos pensado que tú, eres la persona ideal (y ahora te adula un poco), se te da bien escribir, utilizas las redes sociales habitualmente, sabes ”de que va eso“ y estamos seguros de que lo harás muy bien.
Tratas en vano de explicarle a tu jefe que hay profesionales que se dedican a esto, que se llaman ”community manager“ y que entre tus muchas habilidades, no entra esta, que no vas a saber de que demonios hablar pero… nada que hacer!, tu jefe te acaba de nombrar ”community manager de la empresa“.
Después del primer susto y como te gusta hacer las cosas bien, empiezas a investigar y a pensar en diferentes estrategias que puedan ayudar a la empresa pero… cuanta más información tienes, más te preocupas.
Después de varias noches en blanco, decides aplicar la misma táctica que muchas veces en tu trabajo (ese para el que sí estás preparado), y dejas descansar todas las ideas que te bullen en la cabeza, darte un respiro y vaciar la mente.
Al día siguiente, sigues sin tener nada claro cómo lo vas a hacer pero, al menos has asumido que no queda otra y que ya que lo tienes que hacer, vas a intentar hacerlo bien.
¡Enhorabuena!, piensas, ¡primer punto para mi!, ahora sólo queda ver cómo demonios voy a arreglarme y como eres un optimista nato, piensas… quién sabe, a lo mejor al final, acabo encontrándole el puntillo y me acaba gustando… como tu imaginación a veces también te juega malas pasadas, sigues dándole vueltas y pensando… quién sabe…