Quiero montar una tienda online ¿Por donde empezar? ¿Cuál es el primer paso?
Lo primero que te conviene saber es que montar una tienda online es básicamente lo mismo que montar un negocio convencional solo que trasladándolo al ámbito virtual.
Para montar una tienda tradicional, necesitas un local y necesitas acondicionarlo, te hará falta decoración, iluminación, expositores, etc. Bien, pues, aunque parezca una obviedad, pasa lo mismo en una tienda online. A veces contactan con nosotros y nos dicen “hazme un presupuesto para una tienda online” sin darnos ningún tipo de explicación más.
Desde luego, el cliente no tiene porqué conocer los detalles, ese es nuestro trabajo, pero, si que conviene, darle una vuelta, tener una idea de lo que necesitamos y llegar a algunas conclusiones.
Lo que os ofrecemos a continuación, son una serie de conceptos básicos que, algunos de vosotros ya tendréis claro pero que a otros les puede ayudar y que en cualquier caso, tanto a unos como a otros, os ayudará a valorar realmente el presupuesto que os ofrezcan.
Necesitaréis: un dominio, un hosting, una web y mucha información.
Dominio. ¿tienes ya un nombre de dominio?, si no lo tienes, este es el inicio de tu tienda. Déjate aconsejar, el nombre de dominio es fundamental para el éxito de tu negocio. No necesariamente tiene que ser el nombre de tu empresa, puede que otro sea mucho más recomendable.
Alojamiento o hosting. Significan lo mismo y es el espacio físico donde estará tu futura web para que pueda estar operativa las 24 horas del día. Una vez más, déjate aconsejar. Hay muchísimos tipos de hosting y un buen profesional te aconsejará cual es el más adecuado para tus necesidades. No te dejes llevar por la opción más barata, probablemente no cubrirá tus expectativas.
Web. Aunque existen “plataformas prefabricadas e-commerce” que pueden hacer que inicialmente tu proyecto sea más barato, intenta pensar a largo plazo. Estas plataformas tienen muchísimas limitaciones, nunca se adaptarán exactamente a lo que tu necesitas, nunca podrán crecer a tu ritmo y al final, lo que ocurre la mayor parte de las veces es que esta inversión que inicialmente era la más barata acaba siendo la más cara, no cubrirá tus necesidades y tendrás que volver a empezar con el consiguiente coste añadido al proyecto.
Contacta con un buen profesional en diseño y desarrollo web, que te explique claramente las diferencias entre un sistema “prefabricado” y un desarrollo a medida. Un proyecto desarrollado específicamente para ti, te dará infinitas opciones de crecimiento y te permitirá implantar nuevas utilidades. Se adaptará a tu negocio como un guante, será fácil de mantener, crecerá a tu ritmo y nunca tendrás que volver a empezar porque evolucionará a la vez que evoluciona tu negocio.
Otro tema fundamental es el diseño gráfico de la web y la usabilidad del sitio. Un buen profesional, te diseñará una plataforma única y diferenciada del resto que hará que tu empresa tenga una personalidad propia.
SEO. ¿y eso qué es?. SEO es el conjunto de técnicas que permiten conseguir que tu web posicione naturalmente (sin que pagues por ello) de la mejor manera posible. Un profesional, te entregará una web que cumpla todos los estándares para que en un futuro trabajar el SEO de tu página no suponga ningún problema.
Imágenes. Me refiero a las fotos de vuestro negocio, de vuestros productos. No escatiméis en este apartado tened en cuenta que estas fotos será lo que el cliente verá de vosotros y de vuestros productos. ¿Piensas que con una foto hecha por vosotros será suficiente?, lamento llevarte la contraria pero… excepto que seas un profesional de la fotografía, no lo será.
Otros aspectos a mayores que debes tener en cuenta cuando te pasen un presupuesto:
- Precio por hora para futuras mejoras. Esto es conveniente saberlo siempre, hay que tener claro cuanto te puede costar los futuros cambios que vayas necesitando. Te puedes encontrar con que alguna de las propuestas que te hacen sea muy barata pero que después el precio por hora sea muy alto y que finalmente el proyecto sea bastante más caro que el que inicialmente parecía la opción más cara.
- Posibles mejoras adicionales. Pregunta si son posibles nuevas integraciones de funcionalidades a mayores. Si la web está desarrollada conforme a los últimos protocolos de programación, las nuevas implementaciones no serán un problema.
- Cumplimiendo de los estándares W3C. Asegúrate de que la web que te ofrecen los cumple, Google lo tiene muy en cuenta a la hora de indexar resultados.
- Visualización en móviles y tablets. Aunque no hayas encargado una web responsive o adaptativa (de esto hablaremos en otro momento), asegúrate que lo que te ofrecen se podrá ver perfectamente en móviles y tablets, el porcentaje de usuarios que se conecta a través de estos dispositivos, no para de crecer.
- Garatía. Exigid al menos 3 meses de garantía como cobertura de posibles fallos que detectéis en el uso de la misma.