Concentrarnos en los clientes. Ellos son la razón de nuestro negocio y por ellos hay que estar dispuestos a cambiar o a mejorar lo que haga falta. Su percepción al interactuar con nuestros productos o servicios es vital para nuestra empresa y son una fuente infinita de información.

Lo que el cliente demanda, será lo que te funcione, escucha, escucha, escucha, de sus opiniones y comentarios saldrá la información necesaria para ofrecerles justo el producto que desean. Hazles partícipes, ofréceles un canal de canal de comunicación, los clientes son fieles a las marcas que los miman, los consideran y les hacen sentirse felices.

Consigue momentos “¡guau!”. Emocionar y conmover a los clientes tiene que ser uno de los principios fundamentales de empresas y marcas. Sorprender a tus clientes, ofrecerles justo aquello que estaban buscando o como lo estaban buscando.

El cliente prefiere soluciones. Apple fabrica productos tecnológicos complejos para gente sencilla. De cara a sus clientes, lo esencial no es la tecnología sino lo que facilita la vida a las personas. Define productos y servicios que ofrezcan soluciones prácticas y fáciles para las personas, “las personas no buscan cosas, buscan soluciones a sus problemas”.

Ser auténticos. Cada vez funcionan menos los “vendehumo”, tuvieron su momento pero, ya no. Ser genuino y auténtico y honesto, está en alza.

Ser un especialista. Conocer a fondo la industria en la que se trabaja. Hay que ser un experto en el sector de negocio en el que se está y hay que mantenerse actualizado. La especialización permite conectarse con los clientes en profundidad y “evangelizarlos” sobre productos y servicios.

Aprende de tus competidores. Humildad no significa baja autoestima sino apertura y disposición para mejorar. Aprender de la competencia ahorra mucho tiempo y dinero.Invierte en el envoltorio. 

Invierte en el envoltorio. Empaqueta tu producto o servicio, son un medio infalible de comunicación directa con los clientes, deja una profunda huella en los clientes, es una gran oportunidad para dar la “bienvenida” a cada cliente, para agradecerle su preferencia, su compra y para transmitirle la atención que la marca le ofrece.

Diferénciate. La meta es diferenciarse. Apple lo ha conseguido, desde su logo, hasta su publicidad, el nombre de sus productos, su web, sus tiendas, el tono de sus mensajes, todo está pensado para que su marca se quede “pegada” a la piel de sus clientes.

Desde luego, no todo es extrapolable y cada mercado y cada país tiene sus peculiaridades (aunque cada vez menos) pero si que es cierto que la forma de hacer las cosas de Apple nos puede inspirar al menos a ser más creativos y a pensar en hacer las cosas de otra forma.

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