7 formas de mejorar la relación con tus clientes
Lo quieras o no, estás condenado a entenderte con tus clientes. Si eres un profesional independiente, está claro, eres tu propia empresa y por la cuenta que te trae…
… pero, incluso aunque trabajes para una empresa, es casi seguro que no puedas evitarlo.
Y otra cosa que también es cierta: no importa lo bueno que seas en tu trabajo, incluso aunque seas muy, muy bueno, siempre habrá algún cliente que te hará pasar un mal rato. No es nada personal, es simplemente que pagan y exigen.
Afortunadamente, el 95 % de las veces, si trabajas bien, el trato con tus clientes será de lo más cordial, interesante y productivo pero, ¿qué hacemos con el 10 % restante?
¿Cómo podemos gestionar la relación con nuestros clientes para que ese 95 % se convierta en… un 99 %?
Te dejo algunos consejos que, te aseguro… funcionan, al menos a mí me funcionan:
1.- Mantente comunicado. No dejes nunca de comunicarte con tus clientes, habla con ellos de forma permanente, que estén al día cómo va el trabajo. Cuando no tienen una información puntual de la evolución de un proyecto, empiezan a tener dudas.
2.- Genera informes. Incluso cuando hayáis discutido algo por teléfono o en persona, envíales un extracto lo más breve posible de lo que hayáis acordado. Esto mejora mucho la sensación de transparencia, evita futuros problemas y malos entendidos.
Además, es tan beneficioso para ti como para tu cliente. Es especialmente importante cuando inicias una relación de negocios. Hace falta mucho tiempo para establecer una relación de total confianza en la que puedas, con tranquilidad prescindir de la elaboración continua de informes.
3.- Implícate. Ya sé, ya sé. A mayor implicación, mayor volumen de trabajo y no siempre recompensado pero… merece la pena, tú trabajarás más a gusto y tus clientes estarán encantados ¿quién no estaría satisfecho con alguien que se preocupa sinceramente por nuestros intereses?
Cuando tu cliente perciba un interés sincero por su empresa, aprenderá a confiar en tí y poco a poco te irá dando una libertad de acción que será beneficiosa para todos. Tu trabajo mejorará, los resultados mejorarán y la satisfacción final del cliente también. Para mi, pocas cosas hay más gratificantes que trabajar teniendo la confianza total de tu cliente.
4.- Empatiza. Intenta siempre ponerte en el lugar de tu cliente, entender que le mueve, cuales son sus intereses, como ve su empresa en un futuro, por donde quiere ir… solo así conseguirás que sus intereses sean los tuyos.
5.- Infórmate. Estudia y pregunta a tu cliente sobre su sector de actividad. Cómo funciona, cuál es su competencia, qué es lo que más le preocupa, cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Seguramente no te hablará con total franqueza desde el principio pero, según te vaya conociendo y confiando en ti, sí que lo hará y este conocimiento profundo de su empresa, será fundamental para acertar en tu trabajo.
6.- Cumple siempre. No hay disculpas! Y si en algún momento se te presenta un problema irresoluble, da la cara. Explícale lo que pasa y porqué te es imposible cumplir. Una actitud clara y sincera, hará que tu cliente entienda un desajuste puntual provocado por una circunstancia imprevista.
7.- Evita enfrentamientos. No se trata en absoluto de que no puedas dar tu opinión y defender con pasión tus puntos de vista, se trata de que cuando el cliente ha tomado una decisión que no es exactamente la que tú hubieras querido, tu actitud debe ser de total respeto a su opinión. Trabaja con el mismo esfuerzo y tesón como si su decisión hubiera coincidido con la tuya. La decisión final de un proyecto no es tuya, es de tu cliente, suya es la empresa.