Aunque la mejor opción es acudir a un experto en naming, puede que no estés en disposición de hacerlo, así que te dejo algunos consejillos:

1.- Antes de empezar a pensar nombres. Debes de tener claros algunos puntos:

• Qué quieres que sea tu empresa
• Qué productos o servicios vas a vender
• A que mercado quieres llegar

Ten en cuenta que el nombre es lo primero que van a ver de ti y es lo primero que necesitas que recuerden.

2.- Reúne a tu gente. Si vas a lanzar un proyecto y estás solo, reúne a familia, amigos y colegas para recolectar ideas, organiza un brainstorming y anótalo todo, hasta las ideas que te parezcan más absurdas, puede que no te sirvan tal cual pero pueden ser una fuente de inspiración. 

Si ya tienes una empresa, entonces,  reúne a tu equipo y haz lo mismo.

3.- Piensa en lo que quieres que el nombre transmita. Va a ser una parte fundamental de tu negocio y debe reflejar la esencia del mismo y de la gente que va a trabajar en el. Lo ideal es que todo tu equipo se sienta cómodo e identificado con el. 

Crea una lista con todos los requisitos que el nombre de tu empresa debe cumplir. Después, analiza cada una de las alternativas de nombres que se te vayan ocurriendo, y comprueba cuantos de estos requisitos cumple cada nombre.

No decidas por el “me gusta, no me gusta”. El concepto “me gusta, no me gusta” no es un buen elemento de decisión con respecto a diseño o marketing, ten en cuenta que tus gustos o los de tu equipo son muy personales y no tienes a tu disposición un ejemplo de cada tipo de persona con el que tu producto se encontrará en el mercado, esos mini-sondeos que hacemos en las empresas entre los trabajadores, no son nada representativos y además están muy condicionados; si uno de los trabajadores tiene una personalidad más fuerte que la de los demás, su opinión afectará siempre a los demás que estarán dispuestos a opinar siempre lo mismo que esta persona manifieste.

4.- El nombre tiene que sonar potente y bien. Dilo en voz alta varias veces, asegúrate de que es fácil de pronunciar y de recordar. Ha de tener personalidad.

Si tu marca crece, harás todo tipo de campañas con ella (radio, TV, intente, prensa…) asegúrate de que como se escribe o pronuncia no suponga un problema para que te localicen fácilmente por cualquier medio.

5.- Piensa a largo plazo. Si tu negocio tiene éxito, puede que te plantees expandirlo a otros mercados. Elije un nombre que no limite tu crecimiento futuro.  

No cometas el típico error de asociarlo a una fecha (por mucho que falte para ella) o a un mercado reducido, los mercados son cada vez más y más globales.

6.- Comprueba que dominio esté disponible. Te ahorrarás un disgusto si antes de decidirte verificas entre tus nombres seleccionados si tienen el dominio libre o no. Una vez te hayas decidido registra al menos el .com y el .es.

Para comprobar si existe un dominio puedes acceder a cualquier proveedor de dominios, por ejemplo: www.nominalia.com , introduces el nombre que quieres buscar y te saldrá si está disponible o no

7.- Elige bien el slogan. Es la frase que acompaña la marca, debe ser simple y descriptiva. Tiene tanto peso como el nombre y juntos serán la carta de presentación perfecta de tu empresa

Una vez que tengas el nombre, el siguiente paso para crear tu marca será el logo y de eso hablaremos en otro post.