5 casos en los que lo mejor es decir “NO” y cómo hacerlo
Todo en nuestras empresas está enfocado a la búsqued de nuevos clientes y a la fidelización de los que ya tenemos.
Desde luego, esto es así, un nuevo cliente es siempre bien recibido pero, ¿quén no se ha topado alguna vez con un cliente que sabe que no le conviene?, un cliente que por cualquier causa (plazos, tipo de trabajo, precios, malas vibraciones), sabe que casi con total seguridad se va a convertir en una pesadilla. Déjame que te diga… ese cliente no te interesa!
La cuestión es, cómo decir ¡NO!. Os cuento algunas de mis experiencias, seguro que os sentiréis más que identificados!.
Caso nº1. Lo siento , estoy demasiado ocupado.
Te aparece un nuevo cliente, después de estudiar el tema, el proyecto no acaba de convencerte demasiado y para colmo, estás con mucho trabajo. Desde luego, podrías hacerlo incrementando el ritmo del trabajo pero, te parece que realmente no merece demasiado la pena, sea por lo que sea.
En este caso, mi consejo es, decirle que estás muy ocupado, que no podrías comenzar con su trabajo hasta dentro de un par de meses. Lo más probable, es que tu cliente no pueda esperar pero, si finalmente lo hace, tal vez sea hora de replantearte el proyecto y darle una segunda oportunidad.
Además, no cierras las puertas, puede que en otro momento, con otro proyecto, si que te interese. Tendrás el contacto hecho y habrás sido sincero con tu cliente, seguro que lo valorará!
Caso nº 2. Lo que pides es imposible.
Tu nuevo cliente te pide un milagro ¿a que has tenído algún cliente de este tipo?, un cliente que te pide algo que… simplemente, es imposible. Lo mejor, desde luego, es intentar que se de cuenta de que lo que pide no es realista por el motivo que sea, técnico, plazos… si aún así no no consigues, lo mejor es decirle: ¡lo siento, lo que pides es imposible y no te puedo ayudar!
Nuevamente, no te cierras las puertas y no me extrañaría nada que vieras aparecer de nuevo a tu cliente por la puerta, desengañado de aquel que le dijo que sí lo podría hacer, en ese caso, habrás ganado un nuevo cliente!
Caso nº 3. Nunca acepto un trabajo sin la firma de un contrato y un pago por anticipado.
Tu nuevo cliente no te da muy buen pálpito, ya sé, ya sé, ¡a veces las primeras impresiones engañan pero, la verdad es que, no sé tú, pero, yo no suelo equivocarme.
El caso es que, si un nuevo cliente se niega a firmar un contrato y a dar un pago por anticipado, mala señal, eso es que no tiene la menor intención de cumplir su parte del acuerdo. Con este sistema eliminarás un montón de clientes malos.
Caso nº 4. Esta es mi tarifa.
Estás casi seguro que este nuevo cliente va a resultar muy complicado, difícil de entender, difícil de satisfacer, difícil de tratar, tienes claro que vas a tener que trabajarar muchísimo más que con otro tipo de cliente.
En estos casos, puedes optar por presupuestarle mucho más de lo que cobras habitualmente, a mi, particularmente, esta opción no me gusta demasiado, ¿qué pasa si el cliente te sorprende y está dispuesto a pagar una cifra absurda? mii consejo, si decides hacer esto…asegúrate de que tu cifra merece la pena!
Caso nº 5. Este trabajo no es para mi.
Tu cliente te presenta un tipo de proyecto con el que no te sientes demasiado cómodo, no es exactamente tu tipo de trabajo, desde luego, podrías hacerlo pero, realmente no es lo tuyo.
En este caso, te aconsejo que se lo digas claramente y que si sabes de algún otro profesional que sea adecuado para ese trabajo, le pases el contacto. Todos saldréis ganando!